lunes, diciembre 12, 2016

Mis líos con María (1)

María solía decirme que se lavaba la cara con mis mentiras, y nunca he tenido ni la menor idea de lo que pretendía decir pon eso. María suelta frases enigmmáticamente poéticas, inútiles como los atardeceres, preciosas como las puestas de sol.
María, a quien conocí casada con Ephraim, que era una especie de aprendiz, o ayudante del rabino de la muy numerosa comunidad judía de Valdemorillo, era una mujer a cuyos pies crecían la desdicha y la sinrazón y cuyas ambiciones jamás se vieron satisfechas por miembro viril alguno... salvo el mío, fiel espada triunfadora, que empuñó con orgullo y pasión hasta su declive, exhausto, maduro, cansado al fin, hasta la siguiente y vibrante empuñadura.
¿Que cómo llegó María a empuñar mi falo, urbano y de cuello vuelto, no especialmente largo ni de grueso calibre, como un utilitario ciudadano y pequeñoburgués, cuando tenía a su disposición los descubiertos penes hebreos, descapotables y atistocráticos? muchos se lo han preguntado y no seré yo quien, por pudor y discreción, descubra su desmedida atracción por mi picha, pero quizá tú, que anhelas la posesión de mi vibrante porción carnosa, debieras saber que lo que atrajo a María fue la risa. Y no es que le hiciera cosquillas con la polla, no, es que la hacía reír.

María venía a casa buscando reír y los dos satisfacíamos con gusto con lo otro que buscábamos el uno en el otro. Yo la hacía reír mostrándome asquerosamente ingenioso, haciendo chistes malos, pintando el humor con la brocha gorda tan del gusto de hoy en día,la que usan los miles de clubcomedistas clónicos y ella se dejaba hacer y yo la besaba, lamía, elevaba a las alturas y penetraba en sus neuronas con chistes afilados como penes y vaciaba mi cerebro de imágenes ocurrentes y magmáticas entre sus piernas. Al cabo, ella quería mi sexo. Y yo quería que quisiera mi cerebro, y discutíamos entrepolvo y polvo como discuten los bebedores pertinaces de cerveza: sin escuchar al otro y tratando de colocar tu frase.

María pasea por mis lomos (Alegoría)
Un día estaba María paseando desnudita por los lomos de mi nabo y Ephraim se personó en mi casa vestido de Cartero Gay Vasco, bastante decentemente, debo decir. Era Mardi Gras, ya sabéis que en Valdemorillo se celebra muchísimo, más que en Nueva Orleans,me atrevería a decir, pero es menos comercial. Los disfraces del Mardi Gras valdemorillensetienen una peculiaridad, que lo diferencian del niuorleansino: son disfraces horribles. Tienen que ser horribles para que la gente los admita en el Mardi Gras. Si te presentas con un disfraz bueno, te echan a la calle, por mentiroso. Bien, pues el disfraz de Ephraim de Cartero Gay Vasco era pa' darle  un premio. Infame hasta el aplauso, podríamos decir.
Ephraim entró en mi casa, que carece de puertas, como todas las casas de Valdemorillo, y apenas me dió tiempo a echar una sábana por encime de María, su mujer, que, os recuerdo, estaba dandose un paseo desnuda por los lomos de mi polla.
- ¿Qué haces? - va y me dice Ephraim y yo,que en las situaciones límite sé sacar el ingenio, improvisé una situación de lo más natural
- Nada... Estoy viendo la tele
- Pero si no tienes tele
- Ah... - dije yo. La verdad, no se me ocurrió nada mejor. A veces, mierda, hay que tener el talento de reconocer que no tienes talento.
- ¿Por qué tienes un fantasma en el regazo? - dijo Ephraim señalando el bulto que se movía sospechosamente bajo la sábana.
- ¡Coño...! - dije tratando de parecer sorprendido -  ¡pues no me había dado cuenta! - e, intentando reaccionar como reaccionaría cualquiera, dije "¡Eh... eh...!"  y le solté un tortazo al fantasma según me levantaba
Fue una decisión no buena. El fantasma, María, la esposa de Ephraim, cayó al suelo y quedo boca abajo, con el culo sorprendente y hermosamente blanco, medio en pompa y la cabeza tapada por la sábana.
- Buen culo tiene ese fantasma - afirmó, entusiasmado con lo que veía, Ephraim - joé... qué suerte tienes, mi chica no me monta estos numeritos... ni tiene ese culo
Ephraim pertenecía a esa parte del mundo, me refiero a los idiotas, que desprecian a su mujer delante de otros hombres solo porque creen que eso les hace parecer más enrollados. Luego hay otra parte, me refiero a los cretinos, que les ríen esas gracias a los idiotas. La tercera parte de la humanidad, ciertamente menos numerosa esla que formamos los ángeles, los peces y los discretos. De nada. Lección gratis.
Ephraim merecía que María se levantara y le dijera soy yo, "tu chica", como tú dices, pedazo de mierda rabina, y me estaba tirando a este amigo tuyo porque eres un soso. Ephraim merecía que yo le hubiera dado un guantazo y le hubiera dicho que era un infeliz y un idiota y que estaba desperdiciando la oportunidad de amar a (y ser amado por)  la mujer más asombrosa del mundo teniéndola a su lado, pedazo de mierda de rabino (en eso coincidíamos María y yo)
Pero los humanos somos así y si podemos evitar el conflicto (y evitarnos un mal rato) lo hacemos y nadie dijo nada.
Ephraim se disculpó por haber resultado inoportuno y María y yo nos quedamos solos con la risa y la ira no aprecía, solo el jolgorio y la sinrazón, y me invitó ella a pasear de su mano por mis lomos y por sus lomas y miramos las estrellas y las huellas de los neumáticos en la arena y yo me inventaba los nombres de las estrellas y ella aseguraba que conocía los coches por la huella, y los dos, en nuestro romántico viaje por el Valle De La Mentira Seductora, fuimos dichosos unos 20 minutos y vivimos alimentados de esa dicha un par de horas más.

Y este fue mi primer lío con María.
Luego,,, me lié más










4 comentarios:

Carmina dijo...

Comprendo perfectamente a María. No hay nada más seductor que la risa y el ingenio. Y te lo digo yo que me he reído mucho contigo. Vamos, que hablo con conocimiento de causa, quiero decir.

Ahora el momento erudito. Doy por hecho que María es judía.¿Sabes que la primera mujer química conocida se llamaba María la judía? Que te cuente cómo inventó el baño de María y así os podéis reír los dos un rato.


Lo mismo que tú tienes el talento de hacerme reír, yo tengo el de almacenar en la cabeza miles de datos perfectamente inútiles.

Me despido entre carcajadas, George de mis entretelas.

Mal dijo...

"¡Eh... eh...!" y le solté un tortazo al fantasma!"
Sublime.
Cada día eres más tonto....


Pero con muchísimo cariño, ¿eh?

Wolffo dijo...

No sé por qué mu respuesta a este comentario ha desaparecido o,tal vez, nunca estuvo publicada, pero recuerdo perfectamente haberlo escrito. Un comentario delicioso, por cierto.
María dice no saber nada de la judía pero te advierto que le gusta jugar con la información de que dispone, y manipularme de manera grosera.
No sé porqué narices soy tan vulnerable al ingenio y la inteligencia femenina, pero lo soy. Las chicas listas me subyugáis y no puedo hacer nada para evitarlo. Tampoco es que lo intente...
Un besazo, Kotts!!!

Wolffo dijo...

Eso no es cierto. Llevo un par de semanas con la tontuna estabilizada y a principio de año tuve EREM (episodios regresivos de estupidez mitigada) y no solo eso, esos episodios se combinaron con destellos de brillantez (cortos, bien es cierto) notabilísimos.
Si ampliamos el espectro temporal... tienes razón. Cada año soy más tonto. No cabe duda alguna.