jueves, diciembre 17, 2015

Linked felony (Felonía desencadenada) - Un Cuento un poco Laico de Navidad

Sin comerlo ni beberlo, porque estaba más tieso que la mojama, Hassan Hossué se había convertido en el personaje prescindible de todo drama. Y de toda comedia. Pensaba, para sí mismo, que esa circunstancia era una suerte de denigración, de negación de su calidad artística e interpretativa y realmente no era así. Su prescindibilidad era, en realidad, su mejor seguro laboral, lo más parecido a ser imprescindible. Toda compañía, toda obra, todo montajillo necesita un don nadie, alguien de quien se pueda prescindir, precisamente, para poder prescindir de alguien.

No se me amontonen. Al fondo hay sitio.
Ciertamente no era un prodigio de versatilidad. Como actor, era más bien mediocre, y además no era cuidadoso con su físico, su herramienta de trabajo, y solía aparecer en los castings con exceso de peso, un desaliño indumetario notable y una actitud nada constructiva que no solía jugar, lógicamente, a su favor.

Además, algo en su actitud hacía sentirse incómodo a los directores de casting. Era como si su sola presencia, con su actitud rogatoria, imputase su mala fortuna a su interlocutor, sobre todo si éste se encontraba en situación de ofrecerle trabajo.

En esta ocasión, el casting era para el reparto de un Belén Laico Viviente patrocinado por la caja de ahorros de un pueblecito de las estribaciones de la sierra de Madrid. Un ayuntamiento de esos del cambio, no sé si me explico.
Para el asunto se buscaba transmitir una imagen de progresismo, multiculturalidad, igualdad de género, pacifismo, ecología (¡sostenibilidad, cojones!, según dijo el irritado concejal del ramo) y buen rollo en general, sobre todo entre los miembros del ayuntamiento y sus paniaguados.

Algunas voces trataron de explicar a la joven, inexperta y tozuda alcaldesa, que el portal de Belén era, esencialmente, un hecho clave, casi fundacional, acaso metafóricamente, del cristianismo, pero ella, revestida de buenas intenciones, progresismo e impermeabilidad absoluta hacia todo lo que no fueran nuevas ideas de nueva política, siguió adelante con su disparatada idea del Portal Laico de Belén, introduciendo sutiles pero reveladores cambios en la historia.
Los padres, por citar el que quizá fuera el segundo cambio más espectacular, eran Mario y Hassan, una alegre pareja gay árabe cuyo bebé era, obviamente, adoptado, y había dado en llamarse Maria Jesús. Y era bastante negra. Y bastante mayor: la YennyLuz, hija de Isaías y la Reme, una tardoadolescente obesa y negra, era la escogida para hacer de la Marijésu, y por mucha buena voluntad que uno pusiera, era difícil que inspirara la ternura del niño Jesús, aunque atesoraba otras ventajas.
El casting da para una historia en sí mismo, pero permitidme una elipsis radical y referirme a la historia del infeliz y hierático Hassan Hossué en la Navidad aciaga de 2015. 2015... y cualquiera diría que ya ha pasado un siglo.

Hassan fue contratado debido a que era el único con pinta arabesca porque Evelio, el secretario
interino del ayuntamiento tenía notables virtudes, pero no sabía demasiado de interpretación ni de teatro. No obstante, con Hassan acertó de pleno, si bien no cabe apuntárselo en su haber. Es sólo que fue el primer hombre de aspecto ligeramente árabe que se presentó al casting. Y, como buen funcionario, Evelio era infalible en el cálculo de la rentabilidad/tiempo invertido en cualquier labor, especialmente las que le resultaban desagradables. Y seleccionar a los "intérpretes" del Belén Laico Viviente no era de las labores favoritas de Evelio. Pero con Hassan,  dio en el clavo, porque la especialidad de Hassan era el posado rígido para escenas fotografiadas. Tenía una especial habilidad para, posando rígido como una piedra, que la imagen resultante pareciera un prodigio de dinamismo y naturalidad.

Hassan volvió a casa con la buena nueva: "tengo trabajo" pero a su mujer, Regina, le puso morritos.
- O sea, por resumir... -dijo con su tono más agrio cuando Hassan le explicó las generales de su trabajo- que no vas a venir a cenar a  casa de mi madre en Nochebuena
Hassan estaba triste. Derpimido, casi. O sea, que cuando llega al fin su primera oportunidad en mucho tiempo de "volver a los escenarios" como, asaz optimísticamente lo veía él, ella sólo veía que no iba a ir a casa de su madre. Ingrata mujer. ¿Es eso apoyo?
- No me líes, muchachito - dijo Regina bajando a la arena de los crudos hechos- ¿Vas a venir... o no?
- No
-Pûes no me cuentes cuentos. ¡Capullo! - remató.Y salió de la habitación en un mutis efectista y cruel.
Hassan estaba dolido. Mancillado  su honor, herido su orgullo y además tenía hambre. Y cuando Regina se enfadaba no le daba de cenar. Y él, que se consideraba a sí mismo un inútil total en la cocina, incluso presumía de ello, lo pasaba fatal porque, aunque a él se le escapara este aspecto de la cuestión, además de un inútil en la cocina, era un calzonazos de tomo y lomo.

A la mañana siguiente, Hassan se lanzó a la calle sin desayunar, y sin que su querida Regina le besara, así que tenía un agujero del mismo tamaño y profundidad en el estómago y el corazón.  Hassan fue al ayuntamiento donde le esperaba, tanto a él como al resto del reparto del LaicoBelén  y un sastre que les tomaría medidas para confeccionar el vestuario de la farsa navideña.

El modisto, clarísimamente, además de tomarle las medidas para el vestuario, le sonrió y le regaló una participación de la lotería de navidad (Hassan hubiera preferido un bocadillo, pero se echó al bolsillo el décimo), le palpó repetida y explícitamente, sus partes. Hassan le miró con ojos asombrados pero compalacido por el tratamiento inesperado
-Estoy tomando medidas... - le dijo el trabajador de la moda (y el amor casual) con una sonrisa extraña - ¿te apetece algo?
- Si me das algo de comer... - Hassan estaba hambriento y desonocía las sutilezas del doble lenguaje,del doble sentido. No es que no conociera la lengua (Hassan era nacido en Lavapiés, aunque de padres maeroquíes), es que era bastante bobo y era incapaz de discernir qué cosas podían decirse y cuáles otras no dependiendo del contexto. Por ejemplo, era completamente inconsciente de que acababa de incitar al modisto tocón a practicarle una felación, quediosmeperdone por hablar de estos temas en un cuento navideño.
-¿Quieres que te dé biberón....?- dijo malévolo el costurero feliz
- Preferiría un par de huevos,la verdad... - respondió estúpidamente - anoche no me dieron nada...
- Y un hombretón... un morenazo como tú - el tipo se emocionaba por momentos- necesita su ración diaria, ¿no? Que te den lo tuyo, vamos...
-Si... ¡jaja...! - rióse estúpidamente Hassan-  si no me dan lo mío... no soy persona - dijo Hassan divertido,pensando en un plato con dos grasientos huevos fritos y su poquito de bacon. El sastre seguía sobándole descaradamente, pero parecía un hombre cariñoso y buena persona, y, lo más importante, parecía capaz de invitarle a un desayuno principesco, así que le dejó obrar. Craso error: el sastre se estaba poniendo tan nervioso que perdió un poco el pie y al intentar agarrarse para no caer clavó las afiladas tijeras en la cara interna del muslo de Hassan que empezó a chorrear sangre como un torero cogido en tarde de gloria.
El despacho del concejal de festejos, cultura y juventud era un cubículo preparado para echarse unos porrillos y tumbarse la mona después,m pero no para  atender a un aspirante a actor hierático que sangra como si un Miura le hubiese cogido por arrimarse demasiado. El confundido sastre apenas balbuceaba una petición de ayuda, mas cuando traspasó el umbral de la puerta empapado en la sangre mora de Hassan, Virtudes, la secretaria, reprimió un grito y llamó enseguida a seguridad y a una ambulancia. En mi pueblo no hay ambulancia, pero Virtudes llamó de todos modos.

Hassan, trasladado en volandas por el Cirilo y el Pérdidas (la pareja de municipales que estaba de guardia en ese momento) ingresó bastante disminuido de vitalidad en el puesto de la Cruz Roja del pueblo donde no parecía haber nadie. El Cirilo (llamado así porque sus padres eran unos cabrones) y el Pérdidas (llamado así porque heredó el mote de su abuelo, pastor ovejero, que volvía de su pastoreo siempre indicando a quien quisiera escucharlo, las pérdidas de la jornada: "hoy tuvimos dos pérdidas") entraron dando voces en el ambulatorio y nerviosos porque el muslo de Hassan era un incansabe surtidor sanguinoláceo
- ¡Azzidentao, azziidentao...! - iban gritando de forma melancólica, pues no parecía haber nadie dispuesto a socorrer al azzidentao.Como quiera que nadie les indicó nada fueron siguiendo las indicaciones de "URGENCIAS" y entraron en la sala de curas como una exhalación.

La escena que encontraron una vez dentro, fue realmente sorprendente. Allí estaba el Doctor Simplex Simplicissimus, examinando a fondo a Regina, la mujer de Hassan, que se encontraba, abierta de piernas en la camilla gineclógica. "Examinando" es un eufemismo. En el lenguaje del sastre que atijeró en el muslo a Hassan,

le estaba dando lo suyo. Y Regina parecía complacida, ciertamente.
Hassan perdió el conocimiento. Se desmayó, se le cerraron los ojos, pero no perdió la consciencia. O quizá fuera un sueño. Porque lo que veía no tenía demasiado sentido. En su sueño, o lo que fuera, se acercaba, con bata de médico, pero con su hieratismo habitual, a la vagina de su mujer, expuesta en la camilla ginecológica, abierta como una rosa (abierta) con un batidor de huevos en la mano y una espatulilla de tocólogo, de la marca Finney's. Al acercarse al potorrillo, este se abría, como en un videoclip y entraba en una especie de cueva marina en la que, al fondo, había una estancia iluminada. En ella, cuando la alcanzó, se encontraba la madre de su mujer presidiendo una mesa, supuestamente navideña, en la que,¡albricias! en lugar del esperado cochinillo (que cocinaban siempre para joderle) estaba él mismo, asado y con bastante buena pinta (le habían depilado y rociado con una mezcla de manteca, ajo, perejil y brandy antes de meterlo al horno), con la preceptiva manzana en la boca. A los lados de la mesa, estaba el doctor SS (Simplex Simplicissimus,no lo vuelvo a repetir) y sentado sobre él,a horcajadas, su mujer. Al otro lado, con instrumentos de trinchar, estaba el sastre que le atijeró, y se disponía a trincharle el pene (erecto) al grito de "la salchicha para mí".  Juanto a él, visiblemente molesta por la evidencia homosexual del modisto, la alcaldesa, en actitud oratoria,se disponía a tomar media docena de hostias, Laicas Formas, Obleas Democráticas, con ketchup y CocaCola Zero y repetía un matra progre ininteligible antes de comulgar con ruedas de cretino. La YeniLuz esperaba con un babero a que le sirvieran su ración de Hassán al hormo y Evelio, el funcionario encargado del casting del Belen Laico, se hurgaba la nariz con eficacia funcionarial.

Entonces, cuando ya se veía devorado Hassan, entró en la estancia el calvo de la lotería, ataviado con su capa, o lo que fuera y de un capotazo magistral, trasladó a Hassan a la administración de Lotería de doña Manolita, donde pudo mangar con soltura y lucidez, un décimo cuyo número os diré, si me acuerdo, al final del cuento. Guardó el décimo en el bolsillo y se disponía a eructar, justo en el momento en que alguien le pinchó en el muslo y despertó.

Le estaban curando. El doctor SS parecía más suelto en las artes curatorias que en las amatorias, pero a veces cometía errores de juicio. No estrictamente médicos, eso es verdad, pero errores al fin. Como entonces. Juzgó que no era necesaria la anestesia local para coser a Hassan porque, caramba, el tío estaba grogui, frito del todo, y se equivocó. Hassan despertó y al verse a sí mismo en la camilla ginecológica (otra idea brillante de doc) abierto de piernas y al doctor SS acercándose a él como si sus partes bajas fueran un cochinillo para trinchar, reaccion´mal, o bien, quién se atreve a juzgarle, y cerró las dos rodillas sobre las sienes de SS y éste cayó, noqueado, sobre el paquete de Hassan, aplastándole con el prominente mentón, el testículo derecho y produciéndole al morito un dolor de grado 12 en la escala de Grovsson-Marinner (actualizada).

Al grito de Hassan se unió la histeria de Regina, que por allí seguía,más preocupada por la pérdida de sentido de doc que de la de su marido, al que no solo despreciaba en casa y gustaba de hacerlo en sociedad. Hassan se miró la herida,casi totalmente cosida y se hizo una faena de apaño (un nudo doble Windsor,inexplicablemente),se puso los pantalones se palpó los doloridos cojones y se marchó de aquel ingrato y poco saludable lugar.

Se fue a casa. Miró en la nevera y no vio gran cosa. Comió algo de fruta y jugó con el gato.hasta que se dio cuenta de que, coño, ellos no tenían gato y que ese bicho era bastante feúcho. Se hizo una manolilla bastante ceremoniosa (luz de velas frente al espejo del baño y aceites y tal) y esperó a su antaño querida Regina viendo Los Soprano. Su plan era cantarle las 40. Pero... se quedó dormido escuchando una preciosa canción en la que decía que ella quería nuevos hombros sobre los que llorar, nuevos asientos traseros que  probar, que quiere ver a otros chicos... la canción,a veces parece del Dylan de los mejores tiempos, pero Hassan no se deja engañar y zzzzzzzzz...





¿No es bonita?

-.-

El día 26 de diciembre, a las 12 de la mañana, Hassan está con YennyLuz y los demás componentes del Belén Laico Viviente en la plaza del Ayuntamiento, viviendo la experiencia de ser otros en un drama que es un verdadero drama por el poquísimo interés que está despertando, después del primer día de curiosidad, entre los vecinos del pueblo. A la gente le importa un pimiento la vida de estos fantoches porque, entre otras cosas, nopasa nada. En un Belén normal, nace un crío, tiene frío y la mula y el buey le calientan y luego esta la parte epopéyica del viaje de los Magos de Oriente que se acercan y le dan regalos al bebé. Pero en este, en fin, la YennyLuz tiene -literalmente- pelos en los sobacos, dos tetas de 10 kilos cada una y un culo como la sala de plenos del ayuntamiento. La virgen María, bueno, es milagroso verla, porque ha parido un niño, sin dolor, e inmaculadamente, y del joven Mario solo se sabe que es gay, pero no tiene ninguna historia milagrosa su recuperación, porque de un proceso de adopción... en fin, uno no tiene que coserse luego. Y nadie pensó en una historia lo suficientemente socialdemócrata como para sustituir a la de los Reyes Magos. Podían ser unos mensajeros,o unos funcionarios de Correos... pero no es lo mismo, ¿eh?

Regina intentó reconducir las cosas,tratando de quitar importancia a su infidelidad y cuando Hassan no tragó le insultó y le golpeó y le echó de casa.

Y Hassan Josué, en el papel del carpintero gay padre de la negra Maria Jesús, magistralmente interpretada porYennyLuz, a quien se le había caído su matrimonio y su cutre representación,pues la falta del interés del pueblo hizo reconsiderar a la entusiasta alcaldesa su idea de prolongar durante todo el mes la representación... Hassan Josué, sonreía.  ¿Y eso?

Porque,en sus ropas de trabajo,doblado 4 veces, tenía un décimo premiado de la Lotería. Y en contra de la idea publicitaria de que lo mejor es compartirlo... Hassan se estaba deseando a sí mismo una feliz Navidad y un muy próspero año nuevo.

Ahí lo tienes.

-.-

¡FELIZ NAVIDAD!





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