domingo, marzo 15, 2015

La Crítica Inversa (el lector, visto por el libro)

Fue cargar en la pantalla de la tableta mi primera página y empezaron las sospechas: el desdichado rostro velludo de este lector no promete nada bueno. Y es que hay lectores a los que, desde las primeras líneas, se les nota el pelillo de la dehesa. En este caso, el clásico listillo. Sea visto:


No os dejéis engañar por sus pedantes gafitas y prestad atención al gesto pedestre de incomprensión que ocupa su rostro. Ha sido al leer la palabra "esteatopigo", cuando ha aparecido este rictus de idiocia profunda y ya no se ha recuperado de este duro golpe.
Se trata de un lector poco respetuoso con libros como yo (no me he presentado, por cierto, soy Hablando del asunto, de Julian Barnes) y suele leerme a ratos sueltos en una gasolinera (¡una gasolinera...!) o bien en largos y sesudos rounds de lectura en lo que él, asaz humorísticamente, llama reunirse con sus abogados o hacer una sentadita, verbi gratia, cagar.
Es en estos ratos a solas, cuando este lector entra en comunión con los de mi calaña y a veces, sólo a veces, comprende algo.
A su favor, digamos que es lector voluntarioso, que lo intenta, inasequible al desaliento, a pesar de los esteatopigos y su más feroz enemigo, sobre todo cuando trata de leerme en el sofá: se queda frito con frecuencia facilona y es enternecedora su terca determinación por leer lo que se le escapa.
En fin, no es el típico pelma que te lee fatal, pero tampoco es para exhibirlo en tu galería de lectores ilustres.
Un lector más, aunque no uno del montón ya que, dado su tamaño (corporal e intelectual) este tipo es, en sí mismo, un montón.

Crítica de Jorge, lector no demasiado leído, por Hablando del asunto, de Julian Barnes.



3 comentarios:

Clementine dijo...

Qué genialidad, Wolffo, buenísima y brillante idea :)
Besos.

Mal dijo...

jajaja, me encanta. Muuuy bueno.

Más besos que mi hermana.

Wolffo dijo...

Gracias, Clemsie girls!
Es que los reyes me trajeron una tabletilla que uso exclusivamente para leer... y para pillarme con cara de bobo mientras leo. Y de ahí salió todo... Era el libro el que me miraba a mí
Muchos besicos y muchas gracias