martes, julio 09, 2013

No me acordaba de que España estaba a la cabeza en el ranking de países solidarios

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(ayer, cuando surgió todo el movidón del incendio, estaba terminando este post. Pero se fue la luz, internet y no pude subirlo, así que voilà)
Esta mañana, he cogido el ciclomotor que me arregló MA, el batería de thePerros, para ir al pueblo a comprar un par de cosas (pan, tomates, armas de fuego, etc) y he notado que tenía algo raro en la dirección, al tomar curvas a derechas, pero como soy gilipollas (y además tengo el coche en el taller, porque la semana pasada atropellé a un jabatito y adiós a los bajos del coche), un gilipollas osado, además, me he ido al pueblo a comprar 3 tonterías con la motito y la mochila, mis gafitas de sol y mi cuerpo serrano, o más bien boloñés, porque, admitámoslo, mi tronco se parece más a una mortadela gigante que a la noble pata del gorrino.
Al ir, he notado que, en efecto, algo andaba mal, así que me he limitado a tener cuidadito en las curvas a derechas y las rotondas y todo ha ido bien. En el viaje de vuelta, al notar los mismos síntomas, he actuado igual, precaución en curvas, pero al entrar en la urbanización, llegando a la avenida que baja hasta mi casa, he tirado de la maneta del freno, la moto se ha descontrolado y me he pegado una linda galleta.
Me he quedado unos segundos en el suelo, evaluando los daños en mí mismo y rápidamente he visto que no había gran cosa. Ha pasado un coche oscuro. 
Luego, pensando en que yo no tenía nada grave, aparte de una bonita colección de raspones, heridas y magulladuras en brazo, pierna y derechos, he mirado a la moto, a unos dos metros de donde estaba yo tirado y allí andaba, enterita, en apariencia. Ha pasado un coche grande, clarito.
He pensado que, gordo como estoy, estaría componiendo una imagen grotesca, con posibilidades de que algún gracioso lo grabase y se convirtiera en un YouTubazo, así que me he levantado, penosamente,, porque aunque iba despacito, me he dado una buena leche y 100 kilos (más, en realidad) a 40 por hora estrellándose contra el suelo es un buen golpe. Mientras me levantaba, penosamente, insisto, ha pasado un Focus blanco, me ha esquivado sin problemas, o sea, que en ningún momento, creo yo, ha intentado atropellarme ni nada. 
Mientras iba hacia la moto y la levantaba, han pasado otros dos coches, oscuros, uno de ellos rojo oscuro, o algo así. Tampoco me han puesto en peligro, la gente es muy considerada con los accidentados, y han pasado de largo dejando, al menos un metro entre ellos y yo.
He llevado la moto a la acera y he estado unos tres minutos intentando ponerla en marcha. Me ha costado por dos razones: la primera, porque la pierna con la que doy a la palanca de arranque estaba toda magullada y dolorida y mis patadas de arranque eran bastante nenaza; la segunda, que la llave de contacto estaba en posición "Off", y eso, al parecer es decisivo en estos asuntos.
Bueno, no me ha pasado nada. Sólo heridas y ahora, bueno, me duele todo el lado derecho por el golpetazo. Pero nada. 
El caso es que, mierda, mientras estaba ahí tirado en el suelo, han pasado 5 coches, cinco, y ninguno se ha parado a preguntar si necesitaba ayuda. No me hubiera venido del todo mal, por ejemplo, para decirme "eh, tú, atontao, que para arrancar hay que tener el contacto en On"..
En los telediarios y los programas de radio les encanta decir lo "solidarios" que somos los españoles pero siempre es en juergas televisadas. A nadie le importa que su vecino se muera: ahora, si va la tele, entonces eran sus mejores amigos.
Puede que sea culpa mía, yo qué sé. Pero han pasado 5 coches, 5, mientras estaba tirado. Y todo lo bueno que se me ocurre decir es que no han intentado rematarme.
País...



2 comentarios:

Mal dijo...

Cagoenlaleche con tus vecinos!! Igual estaban afectados por los humos que iban a ingerir, ¿no?

Wolffo dijo...

Vivo entre cabrones, qué le voy a hacer...